Hogar, cambios y Mudanza.
¿Qué hace de un hogar "un hogar"?
Es solo una puerta entre un montón de puertas, en un edificio entre muchos edificios, en una ciudad rodeada por muchas otras ciudades, en un país entre muchos otros países… pero es la puerta de tu casa, donde tienes tus cosas y se respira un aire de seguridad que solo puedes tener entre esas paredes.
Nosotros (quiénes nos seguís por las historias de instagram lo sabéis) hemos disfrutado al máximo nuestro pisito y a cada instante apreciábamos lo perfecto que era para nosotros.
Cuando empezamos a tirar y guardar cosas para la mudanza a Vilanova i la Geltrú (Barcelona), al principio nos sentimos humedecer por un extraño vapor de nostalgia que envolvió todo, y sin querer (pues aún no somos maestros en lo del Ahora) aparecían como en cámara rápida ante nuestros ojos una marabunta de recuerdos: imágenes de todas las cenitas con netflix y padthai, reuniones con amigos, discusiones, horas de trabajo, etc, etc.
Era bonito… pues hasta que no empezamos a desmantelar la casa, nuestros corazones no empezaron a sentir que de verdad nos íbamos. Y que ese pisito que tan bien nos había tratado, soportando nuestros problemas y guardando nuestros secretos, ya no sería más nuestro hogar.
Sin embargo, llegó un punto en el que, tantas cosas le faltaban, que dejó de parecer “nuestro piso”. Poco a poco, fue perdiendo su esencia y la sensación de desapego hacia él fue in crescendo. Ya no se sentía como nuestro hogar. ¿Por qué? ¿Qué le da esa cualidad? ¿Su decoración? ¿Las cosas materiales que en él se guardan? ¿O es un recuerdo invocado por el hecho de verlo “desnudo”, como la primera vez, cuando aún no existía ese apego?
El caso es que, cuando cerramos la puerta de ese 3ºF, aunque un último suspiro agónico de nostalgia nos agitó el pecho (sobretodo a Chabela, que se puso a llorar como un aspersor), nuestra energía y concentración se concentró de golpe en el ahora. ¡Durante nueve horas fuimos homeless! ¡No teníamos llaves de ningún piso!
Esa sensación de estar en el aire es emocionante y ahí es donde ocurre la magia.
Y ahora, que hemos llegado al nuevo pisito, está ocurriendo lo mismo a la inversa. Haciéndolo nuestro hogar, adornándolo con muchas plantas para recalcar el frescor tan grande que da el cambio, y con lucecitas que simbolizan las ideas, proyectos e inspiraciones que ya están comenzando a fluir. No por estar en Barcelona, ni por haber dejado Granada… sino, en general, por haber cambiado de aires con una buena predisposición.
Nuevo pisito en Barcelona. Sofá, mesa central, mesita, bombillas de pared, lámpara y bandeja, tó de IKEA
Hasta que no das el salto, no te das cuenta de todo lo que te estás perdiendo. Por mucho que intentes “preverlo” o planearlo. Por mucho que sepas por “historias que te han contado”. Hasta que no te arriesgas, y lo inviertes todo por cambiar tu vida, no te das cuenta de que en realidad hay cosas espectaculares esperando ahí fuera.
Hemos dejado atrás un hermoso cuadro sobre el que ya hemos pintado encima muchas veces… ante nosotros tenemos un lienzo en blanco, esperándonos, deseándonos. Y ahora… ahora estamos concentrados en pintar.
¿Y vosotros? ¿Cómo han sido vuestras mudanzas? ¿Os ha dado alguna vez tanta pena abandonar un piso? ¿Qué creéis que le da a un piso/casa/lo-que-sea esa sensación de "hogar"?
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¡Un abrazote!
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