La inocencia perdida
Me caí desde un quinto piso, y con el golpe se me escapó de las manos la inocencia y se coló rodando por una alcantarilla.
No creí que la echaría de menos, pero con el tiempo me he dado cuenta de que su ausencia me ha vuelto un poco insensible.
Ya no me dejo llorar con las películas si hay alguien delante.
No me dejo alegrarme del todo si ocurre algo bueno, porque sé que solo es un pequeñito paso de un largo y difícil camino, ni me relajo del todo cuando es el momento de disfrutar.
No me emociono ante las sorpresas porque finjo que ya nada puede sorprenderme.
No me irrito ante los problemas cotidianos porque me creo estar por encima de ellos.
No me entusiasmo por ningún proyecto por que he conocido la decepción.
Se acabó.
Voy a dejar de dar palmaditas en el asfalto, como un miope sin gafas, en busca de mi perdida inocencia, y en su lugar voy a rajarme el pecho y dejar que vuelva sola.
Voy a dejar salir mis emociones cuando aporreen la puerta. Sin alimentar al Antes o al Después que con su obesidad no me dejan respirar y ahogan cualquier pizca de ilusión.
Voy a permitirme llorar cada vez que tenga un nudo en la garganta, aunque me de vergüenza.
Voy a alegrarme si me ocurre algo bueno, me tapare la boca ante las sorpresas y maldeciré y gritaré cuando algo me salga mal.
Voy a recuperar la inocencia perdida y jamás la volveré a soltar.
No he querido poner introducción ni explicación alguna sobre este post, y dejar solo el jugo, la esencia, la pulpa, lo que de verdad importa sin rodeos ni pamplinas.
Si os gusta podéis dejármelo saber en los comentarios, y si tenéis alguna sugerencia de tema para el siguiente post, también me lo podéis comentar por aquí o por nuestro instagram @los_ahoras
Si queréis seguir buceando entre mis reflexiones, aquí tenéis un par de posts relacionados:
3 comentarios
Marian, preciosa historia, gracias por compartirla. Le has dado a él, y a ti misma, un picotazo del Ahora en toda regla. Gracias a personas como tú este tipo de inocencia nunca morirá :D
Y Ana Belén, gracias también por tu comentario. ¡Esa es la sensación en la que de verdad se “vive”! Aunque a veces se atasca, siempre acaba habiendo algo o alguien que lo desatasque, aunque ese alguien sea uno mismo.
¡Un beso!
Los Ahoras
Yo creo que mi inocencia la debo llevar bien agarrada, aunque a veces se esconde. Lloro todo lo que me pide el cuerpo en cualquier momento que así lo desee, me alegro por la cosa más insignificante, intento vivir y sentirlo todo al máximo. En estos últimos años he perdido a mucha gente por el camino y me he dado cuenta que sólo hay una vida, que en cualquier momento se nos puede ir de las manos. Así que hago lo que yo quiero sin importarme lo que piensen los demás. Siempre sin perjudicar a nadie. Haga lo que haga, siempre habrá alguien criticando.
Os cuento algo que he hecho esta tarde. Cuando iba a coger el tren para volver a casa, he visto a un señor sentado en la calle, con un par de monedas en una gorra. Parece que no le había ido bien el día. He bajado corriendo al súper de la estación, he comprado un batido grande se chocolate y una bolsa de cruasanes. Me he ido hasta donde estaba y se lo he dado con una sonrisa. Se ha quedado sorprendido y no dejaba de darme las gracias. Se que no lo habré sacado de la miseria, pero al menos he intentado que hoy, fuera un día un poco mejor para él.
En fin, no me hagáis caso, soy así de "inocente… ?
Marian
Llora, rie, grita, juega, siente, baila, pelometro a flor de piel! La vida es asi! Y a menudo hay que dejar fluir esas emociones. Sabes cuando escuchas una cancion y tu bello corporal se eriza? Pues dejalo fluir en todos los aspectos de tu vida. Ama el ahora y dejalo fluir!
Ana Belen
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la Política de privacidad de Google y los Términos del servicio.