El vaso de bambú es precioso, invita a tomarte un descanso y saborear. Tiene un buen tamaño para un pedazo de cafecito (aquí la pequeña adicta a la cafeína), a veces solo, con hielo, con leche, con espuma...
Me gusta porque no deja el sabor metálico que me dejan otros mug metálicos, de acero inoxidable..Por eso, quizá la única pega es si lo quieres mantener calentito. Pero eso sí, la tapa cierra bien. No es para meter en el bolso y balancearlo a lo loco, pero si te permite llevártelo en la mano sin derrames.
A mi me encanta y me parece un regalo muy bonito. Es un rato de calma y saboreo.